sábado, 23 de abril de 2011

Un Desacierto en los Óscares

Cuando se desvaneció la última fotografía en blanco y negro y la voz de Celine Dion se calló, yo quedé con un vació. Un injusto olvido había dejado fuera de la lista de homenajeados de este año a un creador que mucho tenía que ver, al menos indirectamente, con esta octogésimo tercera versión de los premios de la Academia.

Me refiero a Satoshi Kon, director de cine y realizador de algunas de las más originales películas de dibujos animados del cine japonés.

Lo primero que conocí de Satoshi Kon fue su participación como guionista en un corto llamado “La Rosa Magnética”, 1995, una parte de la trilogía “Memorias” que vi una noche en la época en que Cinemax todavía pasaba buen cine. En ese entonces yo no tenía la menor idea de quién era Satoshi Kon y lo único que había visto de animación japonesa era “El Viaje de Chihiro” de Hayao Miyasaki. En “La Rosa Magnética”, astronautas chatarreros encuentran una estación espacial abandonada, rodeada de los restos de multitud de naves espaciales. La estación espacial está habitada por el fantasma de una cantante de ópera llamada Eva, que se dedica a seducir a incautos viajeros espaciales. Es imposible no ver a Eva sin evocar a la Lady 3Jane del “Neuromante” de William Gibson.

Acá se puede ver el trailer de “Memorias”.



“Perfect Blue”, 1997, es el primer largometraje animado de Satoshi Kon. Un thriller sicológico que cuenta la historia de Mima Kirigoe, cantante principal del grupo pop “CHAM!”, que decide dejar la música para dedicarse a la actuación. Cómo se iba a imaginar Mima que su decisión la iba a despeñar por un abismo donde la realidad y la ficción se confunden peligrosamente y su imagen en el espejo puede llegar a convertirse en su peor enemiga. Esta película es un claro ejemplo del estilo oscuro y retorcido de Satoshi Kon, que para algunos encarna la versión cinematográfica del Slipstream.

Darren Aronofsky, director conocido por “Réquiem por un Sueño”, y este año por “El Cisne Negro”, compró los derechos de la película en Estados Unidos. De una fuente experta (Jaime Valero en Zonafandon) me entero que el objetivo era filmar la escena del baño con Jennifer Connolly en “Réquiem por un Sueño”, pero a mi juicio la relación de Aronofsky con esta película no se limitó a esto. “El Cisne Negro”, que le valió a Natalie Portman el Oscar a mejor actriz y a Aronofsky la nominación como mejor director y también por la mejor película en este año, tiene muchísimos elementos en común con “Perfect Blue”, esa manera como nosotros los espectadores resultamos tan confundidos como la protagonista por el límite impreciso entre lo que es real y lo que es imaginado, la disociación de la personalidad, la paleta de colores, y el ambiente agobiante... me atrevería incluso a decir que algunas de las escenas son prácticamente idénticas toma por toma.

No digo que “El Cisne Negro” sea una imitación o un plagio. Se trata de un sincero homenaje de un artista a la obra de uno de sus colegas. Aronofsky juega y recombina los ingredientes de “Perfect Blue” con otros muchos de su propia cosecha para lograr una creación original que comparte con su inspiración la misma fuerza emotiva y brutal impacto sicológico.

Imágenes de “Perfect Blue” pueden verse acá:



Pero la obra más conocida de Satoshi Kon es “Paprika”, 2006, sobre una siquiatra que usa una tecnología que le permite al terapista introducirse en los sueños de otras personas. Algunos opinan que Christopher Nolan se inspiró en “Paprika” para su película “El Origen” (“Inception”, 2010), nominada a ocho premios de la Academia y ganadora de cuatro de ellos.

Actualmente está en producción una versión de “Paprika” con actores reales, bajo la dirección de Wolfgang Petersen, el director de “La Historia Interminable” y “Enemigo Mío”. Acá pueden ver un trailer de “Paprika”:



Otras de sus creaciones son “Millennium Actress”, 2001, un documental onírico sobre la vida y obra de una famosa actriz japonesa, que recorre varios siglos de la historia del Japón; “The Tokyo Godfathers”, 2003, su única película de corte no fantástico; y la serie animada “Paranoia Agent”, 2004.

Trailer de “Millennium Actress”



Trailer de “Tokyo Godfathers”



Trailer de “Paranoia Agent”



Satoshi Kon murió el 24 de agosto de 2010, sin haber cumplido todavía los 47 años de edad y dejando inconclusa su última película, “La Máquina de los Sueños”, una historia cuyos protagonistas son todos robots. En mayo le habían diagnosticado cáncer del páncreas y pronosticado un máximo de seis meses de vida, seis meses que no alcanzaron a cumplirse. Poco antes de su muerte, Kon dejó un mensaje de despedida en su blog. No tengo la menor idea de japonés, pero gracias a la Wikipedia, pude encontrar una traducción al inglés que me llevó a una versión en castellano. Realmente vale la pena leerla.

Fue su decisión no hacer pública su enfermedad. Por este motivo, la noticia de su muerte fue una enorme sorpresa para su público y seguidores. Murió según su deseo en su propia casa, en compañía de su esposa, después de haberse despedido de sus padres y de sus más cercanos amigos.

Como si hubiera un fantasma conmigo en esta habitación, un ligero estremecimiento me hace mirar por encima del hombro. Este próximo junio cumplo los 46 años de edad y, a decir verdad, todavía no he hecho ni el uno por ciento de lo que vine a hacer a este mundo. Cruzo los dedos por una parca más generosa que la que le tocó a Satoshi Kon.

1 comentario:

  1. oístes Juan Diego, este blog es muy bueno. vos por qué sos así y no escribís más?

    F.

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